El domingo se celebró la 35 edición de la cursa de Sant Antoni en Barcelona y este año convertida también en el 20º campeonato de Catalunya de 10 km en ruta.
Esta vez me dirigí sin ningún sedentario a la carrera, fui con la familia en tren hasta la salida. Buscamos un bar donde poder tomar algo y prepararme Hice un poco de calentamiento por las calles cercanas a la salida y luego me metí en el cajón donde también se podía calentar. Mientras calentaba me encontré con Manel que también venía a correr para hacerle de liebres a los Xavis. Estuvimos charlando un par de minutos y ya me dirigí hacia las posiciones de salida.
Mi objetivo, como ya viene siendo habitual en las últimas carreras de 10 km, era bajar de 38 minutos. A las 9:30 puntual se dio la salida. La calle no era muy ancha así que no faltaron los empujones e incluso hubo una caída y se formó una pequeña montonera. El circuito constaba de dos vueltas de 5 km pero no eran iguales, ya que la segunda se pasaba por el Paralelo.
Empecé rápido. Hice los dos primeros km a 3’35» Era un circuito cómodo y la temperatura perfecta. Pero ya los tres siguientes tuve que aflojar un poco hasta el km 5 donde no me encontré muy bien de fuerzas y tuve que aflojar bastante para poder recuperarme. Luego en el km 6 venía la parte más dura, la del Paralelo donde me pasó factura el haber empezado tan rápido. El ritmo era entre 3’55» y 4’/km. Ya una vez arriba del Paralelo venia la Gran Vía donde hacia bajada y pude recuperar el ritmo pero siendo inferior al del principio. En mitad de la Gran Vía estaba la familia donde me dio su apoyo en los dos pasos por aquí y en el primer paso por meta. Ya en el último km donde se podía ver la llegada en una recta larguísima que parecía que nunca se acaba apreté un poco para poder bajar de 39′. Al final 38’36».
Después del avituallamiento y de la ducha me encontré con Manel que me comentó como le había ido la carrera donde los Xavi’s habian hecho 47’13» que era MMP para ambos.
Cabe destacar la bolsa del corredor que me ha gustado mucho, la cual traía una camiseta técnica, unos guantes de correr, un libro de Guardiola y alguna cosa más.
Alejandro
El equipo de sedentarios